🗺️ INTRODUCCIÓN 🗺️
Bruselas es sin duda una ciudad que os sorprenderá. Aunque muchos la conocen por ser el centro político de la Unión Europea, esta ciudad ofrece mucho más. Cosmopolita y combinando a la perfección historia y modernidad: callejones medievales conviven con impresionantes edificios art nouveau, aromas de gofres recién hechos se mezclan con el bullicio de sus mercados y una vibrante escena cultural da vida a cada rincón. Desde su emblemática Grand Place hasta sus coloridos murales de cómic, Bruselas os fascinará con su mezcla única de tradición, arte y diversidad.

Si estáis pensando en visitarla, aquí os compartimos cuales son los lugares imprescindibles para aprovechar al máximo tu paso por esta capital tan peculiar como encantadora.
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1. Grand Place
No hay visita a Bruselas que esté completa sin pasar por la Grand Place, considerada una de las plazas más bellas del mundo. Rodeada de majestuosos edificios con fachadas ornamentadas, esta plaza del siglo XVII es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y un verdadero espectáculo arquitectónico.

Aquí se encuentran el Ayuntamiento, con su impresionante torre gótica, y la Maison du Roi, que alberga el Museo de la Ciudad. A su alrededor, las antiguas casas de los gremios, con detalles dorados y tejados puntiagudos, cuentan historias del pasado comercial y artesanal de la ciudad.


Durante el día, la plaza se llena de turistas, flores, y terrazas, pero por la noche, iluminada, adquiere un aire mágico que te transporta en el tiempo. La Grand Place no solo es un punto de referencia, es una experiencia sensorial que marca el inicio perfecto de cualquier recorrido por Bruselas.

2. Manneken Pis
A pocos pasos de la Grand Place se encuentra el que puede ser considerado el niño más famoso de Bruselas, el Manneken Pis, o niño que orina. Con apenas 55 centímetros de altura, esta pequeña figura de bronce se ha convertido en todo un icono de Bruselas y en un ejemplo perfecto del sentido del humor típico belga.

Su origen se remonta al siglo XVII, aunque existen varias leyendas sobre cómo surgió. Lo más divertido es que el Manneken Pis tiene un vestuario propio, con más de mil trajes que le ponen en ocasiones especiales o festividades. Incluso hay un museo, el GardeRobe MannekenPis, donde puedes ver muchos de estos disfraces.
3. Galerías Reales
Si llueve en Bruselas (algo bastante probable), no hay mejor refugio que las Galerías Reales Saint-Hubert. Pero incluso en un día soleado, este elegante pasaje cubierto es una visita imprescindible. Inauguradas en 1847, estas galerías fueron una de las primeras de Europa en su tipo, y todavía hoy conservan su aire refinado y señorial.



Bajo su techo de vidrio abovedado encontraréis boutiques de lujo, librerías históricas, tiendas de chocolate artesano y cafeterías con encanto. Es un lugar ideal para tomar un café, comprar bombones en Neuhaus (la marca que inventó el praliné belga), o simplemente disfrutar del ambiente elegante mientras paseas. Las galerías están divididas en tres partes: la Galería del Rey, la Galería de la Reina y la Galería de los Príncipes, y conectan la Grand Place con la Rue des Bouchers, una animada calle llena de restaurantes. Sin duda es un rincón con historia, belleza y sabor, perfecto para hacer una pausa con estilo en vuestro recorrido por Bruselas.
4. Catedral de San Miguel y Santa Gúdula
Dominando una colina en el centro de la ciudad, la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula es una joya y el principal templo católico de Bruselas. Su construcción comenzó en el siglo XIII y tardó más de 300 años en completarse, lo que se refleja en su mezcla de estilos y en la riqueza de sus detalles arquitectónicos.

Desde fuera, impresionan sus torres gemelas de 64 metros de altura, que recuerdan a Notre-Dame de París. En el interior, la catedral combina sobriedad y grandeza: vitrales del siglo XVI, un órgano monumental y un púlpito barroco tallado en madera que es una verdadera obra de arte y que sin duda nos fascinó.


Además de su valor artístico, esta catedral ha sido escenario de importantes eventos nacionales, como bodas reales o funerales de Estado, lo que la convierte en un símbolo tanto espiritual como histórico para Bélgica. En su interior la cripta arqueológica, alberga restos de construcciones anteriores.
5. Murales de arte callejero
Uno de los aspectos más originales de Bruselas es que sus calles están llenas de arte… ¡literalmente! La ciudad rinde homenaje a su rica tradición en el mundo del cómic con más de 60 murales repartidos por distintos barrios, convirtiendo un simple paseo en una experiencia visual sorprendente.


Tintín, los Pitufos, Lucky Luke o Spirou son solo algunos de los personajes belgas que cobran vida en fachadas, esquinas y callejones. Esta iniciativa, conocida como la Ruta del Cómic, comenzó en los años 90 y sigue creciendo, integrando también artistas contemporáneos y nuevos estilos de street art.

Uno de los murales más fotografiados es el de Tintín en la Rue de l’Étuve, muy cerca del Manneken Pis. Pero si queréis explorarlos con calma, podéis seguir un recorrido autoguiado (hay mapas disponibles en las oficinas de turismo), o simplemente dejarte sorprender mientras caminas.
6. Museos de Bruselas
Bruselas tiene una oferta cultural muy variada y aunque nosotros esta vez no visitamos ningún museo, estos cubren desde arte clásico hasta cómic, historia, ciencia y surrealismo. Aquí os dejamos una lista con los museos más importantes de la ciudad:
- Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica: Una de las colecciones de arte más importantes del país, con obras de Magritte, Rubens, Bruegel y muchos más.
- Museo Magritte: Dedicado al maestro del surrealismo René Magritte, alberga más de 200 obras y objetos personales del artista.
- Centro Belga del Cómic: Un homenaje al cómic belga en un edificio art nouveau; imperdible para los fans de Tintín, los Pitufos y otros clásicos.
- Museo de los Instrumentos Musicales (MIM): Ubicado en un espectacular edificio art nouveau, exhibe más de 8.000 instrumentos de todo el mundo.
- Museo de Ciencias Naturales: Famoso por su impresionante galería de dinosaurios, es ideal para familias y curiosos de la ciencia.
7. Palacio de Justicia
Visible desde varios puntos de la ciudad gracias a su enorme cúpula dorada, el Palacio de Justicia es uno de los edificios más grandes de Europa construidos en el siglo XIX. Su arquitectura monumental, mezcla de estilos neoclásico y barroco, impresiona tanto por fuera como por dentro.

Fue inaugurado en 1883 y simbolizaba el poder judicial belga. Su tamaño es colosal: incluso es más grande que la Basílica de San Pedro en Roma, y ocupa más superficie que la Grand Place. Actualmente sigue funcionando como sede judicial, pero también puede visitarse por dentro, de hecho no teníamos pensado visitarlo pero finalmente nos alegramos de verlo por dentro puesto que es una auténtica joya.

8. Barrio Europeo
Situado al este del centro histórico, el Barrio Europeo es donde se encuentran las principales instituciones de la Unión Europea, como el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea. Este moderno distrito refleja el papel de Bruselas como capital política y administrativa de Europa.
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Aquí, la arquitectura combina edificios futuristas de cristal y acero con espacios verdes y plazas amplias, diseñados para facilitar el trabajo y la colaboración entre los países miembros. Además, el área cuenta con varios centros de visitantes y exposiciones que explican el funcionamiento de la Unión Europea, ideales para quienes quieran entender mejor cómo se toman decisiones que afectan a millones de ciudadanos. Nosotros no dejamos pasar la oportunidad de visitar el Parlamento Europeo. La entrada es gratuita para los ciudadanos europeos con vuestro carnet de identidad y hay que reservar en la página oficial.


El Parque Leopold, justo al lado del Parlamento, es un lugar perfecto para pasear y descansar tras visitar la zona. También encontrarás bares, cafeterías y restaurantes frecuentados por diplomáticos, europarlamentarios y trabajadores internacionales, lo que le da un ambiente cosmopolita único.
9. Atomium
Construido para la Expo de 1958, el Atomium es una estructura única que representa un átomo de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Con sus nueve esferas metálicas conectadas por tubos, este edificio futurista se ha convertido en uno de los emblemas más reconocibles de la ciudad y una visita imprescindible.

Algunas esferas están habilitadas como salas de exposición y espacios para eventos culturales. Desde la esfera superior, a 92 metros de altura, se obtiene una vista panorámica espectacular de Bruselas y sus alrededores. Si viajáis con niños, suele haber exposiciones interactivas y actividades educativas. Está ubicado en el Parque Heysel, junto a otras atracciones como el Mini-Europe, por lo que podéis planear una visita de medio día en esta zona.
10. Notre Dame du Sablon
Situada en el elegante barrio del Sablon, esta iglesia gótica del siglo XV es famosa por su arquitectura impresionante y sus vitrales coloridos que bañan el interior con una luz mágica. Construida sobre un antiguo lugar de culto, Notre-Dame du Sablon combina historia, arte y espiritualidad en un ambiente sereno y encantador.

El interior destaca por sus vidrieras del siglo XVI, un retablo barroco y un órgano monumental, mientras que en el exterior, su fachada con pináculos y gárgolas os dejarán boqueabiertos.


Además, la iglesia es un punto de referencia para el barrio, conocido por sus tiendas de antigüedades, chocolaterías y cafés de lujo, perfectos para continuar el paseo después de la visita. Si buscas un lugar menos concurrido pero lleno de encanto y cultura, Notre-Dame du Sablon es una parada imprescindible en Bruselas.
11. Parque del cincuentenario
El Parque del Cincuentenario (Parc du Cinquantenaire) es uno de los espacios verdes más grandes y emblemáticos de Bruselas, situado en el barrio europeo. Fue creado para celebrar el 50º aniversario de la independencia de Bélgica en 1880, y desde entonces se ha convertido en un punto de encuentro para locales y visitantes.

El parque destaca por su impresionante arco triunfal de 50 metros de altura, flanqueado por dos pabellones simétricos, que forman parte del complejo monumental que alberga varios museos.

Es un lugar ideal para pasear, hacer picnic o simplemente relajarse rodeado de naturaleza y arte. Durante el verano, el parque suele acoger conciertos y eventos culturales al aire libre, que le dan un ambiente muy animado.
12. Palacio Real y parque de Bruselas
En el corazón de Bruselas, el imponente Palacio Real se alza como símbolo de la monarquía belga y sede oficial del Rey, aunque hoy en día se utiliza principalmente para actos oficiales y ceremonias. Su fachada neoclásica, sus jardines perfectamente cuidados y sus salones lujosamente decorados invitan a los visitantes a conocer la historia y el esplendor de la corona belga. Durante el verano, el palacio abre sus puertas al público, permitiendo explorar sus majestuosos interiores.

Justo enfrente, se extiende el Parque de Bruselas (también llamado Parque Real), el pulmón verde más grande del centro de la ciudad. Con amplias avenidas, fuentes, estatuas y áreas de picnic, es un lugar ideal para pasear, descansar o simplemente disfrutar de un momento tranquilo en plena urbe. Además, el parque conecta la zona del Palacio Real con el centro histórico, facilitando un recorrido lleno de contrastes entre naturaleza y arquitectura.



Este dúo es perfecto para quienes quieran combinar cultura, historia y un respiro en plena ciudad. 💚
Otros lugares que visitar en Bruselas:
- La Rue des Bouchers: Una calle peatonal llena de restaurantes y terrazas, perfecta para probar la gastronomía local después de un día de turismo.
- La Place du Jeu de Balle y el mercado de las pulgas: Un mercado al aire libre que funciona todos los días, ideal para los que disfrutan de las antigüedades, curiosidades y ambiente local. Perfecto para una mañana diferente.
- Mini-Europe: Un parque temático con maquetas en miniatura de los monumentos más emblemáticos de Europa. Muy divertido para familias y una forma entretenida de conocer el continente en unas horas.
- La Iglesia de San Nicolás: Una iglesia histórica situada cerca de la Grand Place, con una mezcla de estilos arquitectónicos y un interior muy interesante.
Y por supuesto si contáis con más tiempo no dejéis pasar la oportunidad de viajar a algunas de las mágicas ciudades de Bélgica que no puedan faltar como Brujas, Gante o Amberes.
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